28 de marzo de 2014

Ya es la hora!

Después de tantos preparativos y mucha burocracia por fin está todo listo para que empecemos con lo que con tantas ganas hemos estado preparando. Hoy a la tarde comenzamos con la expedición.

Al final hemos cambiado el lugar de inicio del viaje, ya que tras mucho buscar hemos encontrado un lugar impresionante, con un río muy fuerte que nunca antes se ha descendido.

En pocas horas ascenderemos al Glaciar Marconi, el punto de acceso más conocido al Campo de Hielo Patagónico y desde allí comenzaremos mañana la primera de las etapas, el descenso del Río Eléctrico y el Río Las Vueltas hasta llegar a El Chaltén.

Hay muchísima más agua de la que ha habido durante toda la temporada en la Patagonia, ya que en la última semana ha llovido mucho y los ríos van muy altos. No sabemos cómo estarán los pasos para descenderlos, eso lo veremos mañana. Parece que al menos el buen tiempo nos acompañará en los primeros días, así que habrá que aprovecharlo.

Con esto me despido por un tiempo, y procuraremos ir actualizando cómo van las cosas, en la medida que el teléfono satelital nos lo permita.

Un abrazo y muchas gracias a todos los que nos estáis acompañando en esta aventura!!

Mikel en uno de los rápidos del río Las Vueltas que bajaremos pasado mañana una vez pasado El Chaltén


10 de marzo de 2014

¡¡Por fin en la Patagonia!!

Escrito por: Mikel


Ya hace 4 días que llegamos a la Patagonia. Aterrizamos en El Calafate el jueves al mediodía y desde entonces no hemos parado. La idea era estar aquí unos pocos días para reunirnos con los de Parques y los de Prefectura Naval y terminar de gestionar los permisos para la navegación de ríos y lagos de la zona, y después irnos hacia El Chaltén para ir a explorar algunos ríos de la zona.
haciendo tiempo para coger el vuelo hacia Argentina
Lamentablemente nos ha tocado el fin de semana en medio y la cosa se ha retrasado un poco, ya que estos lugares están cerrados durante el fin de semana. Por lo tanto hemos aprovechado para que Xabi y Aitor conocieran mejor la zona y para divertirnos un poco haciendo las mejores actividades que se pueden hacer aquí, que ofrece la empresa Viva Patagonia.
Kayak entre témpanos en el canal Upsala
En tres días hemos remado entre témpanos en frente del glaciar Upsala, visitado el Perito Moreno, escalado en boulder, quad, descenso en mountain bike y paseado en kayak por la noche en la bahía de Calafate. Increíbles días que no hubieran sido posibles si la empresa no se hubiera portado tanto. !!!Gracias!!!
spectacular el glaciar Perito Moreno
Subiendo en la aerosilla con el Lago Argentino al fondo

preparado para la carrera!
Aitor dándole caña!
Ya nos vamos haciendo una idea más clara de lo que será la expedición. El viento no ha parado de soplar desde que llegamos, hace un frío del carajo que nos ha obligado a ponernos el gorro de invierno que no nos hemos puesto durante todo el invierno en Euskadi, y vemos lo que son las distancias aquí... Yo ya lo conocía, pero aun me sigue impresionando.

Aun así una vez aquí tenemos aun más ganas de comenzar cuanto antes con la expedición, y perdernos en esos lugares ocultos de la Patagonia. Pero eso no es tan fácil y para eso aún quedan muchos trámites por hacer.

Por lo tanto nos quedaremos un par de días más aquí en casa de mi amigo Pato, que tan bien nos ha acogido, y luego nos iremos para El Chaltén a darles un poco más de caña a los kayaks.

Ya os iremos contando cómo van las cosas, para que podáis disfrutar vosotros también de lo espectacular de este lugar.

8 de marzo de 2014

Reflexiones últimos días en casa

Artículo por Xabi Olano. 

“Hace ya más de dos semanas que hicimos la bajada del Bidasoa y la travesía por mar hasta Donostia. Fue una experiencia muy bonita ver que, a pesar de las innumerables presas, es posible descender completamente uno de los rios de nuestro entorno. Además nos sirvió para adecuarnos física y mentalmente a los días de la expedición, durmiendo en la misma orilla entre dos etapas.
Asi nos fuimos dando cuenta de los problemas que surgirán una vez comenzada la expedición, con el fin de darles remedio antes de partir. Con esta previsión nos sentimos mas seguros de afrontar este reto, y nuestra moral está muy alta.
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Personalmente se me antojaba más dura la travesía por mar que la
bajada del rio. Aunque son dos medios que conozco muy bien, la piragua de kayak
de mar es tan larga que dista mucho de comportarse como los kayaks más cortos
que acostumbro a utilizar. Estos reaccionan al momento de dar la palada, frente
a las más largas que reaccionan como una bici con un piñón alto. Cuesta
arrancar, pero una vez cogida la marcha es fácil mantenerla con la inercia. 

Y tal vez esa sea la razón por la que no albergaba buenos recuerdos del kayak de mar, de las travesías Donosti-Pasajes de agosto. Remaba con la pala de aguas bravas, la cual ofrece gran resistencia y potencia de paleo. Toda esa fuerza generada al palear se transmitía y fluía a través de mi cadera y piernas a la piragua, convirtiendo toda esa energía en movimiento, propulsando a veces y girando en otras. Esto se cumplía con la piragua de kayaksurf. 
Sin embargo, con el kayak de mar la fuerza generada se confrontaba con la inercia del kayak, y se me sobrecargaban los hombros y la parte alta de la espalda. "¡Normal!", pensaba yo, ya que veía cómo los que competían por el título remaban con otro tipo de palas, más adecuadas para las travesías.
Aquellas tenían unas cucharas más finas y alargadas, con menos superficie que la de aguas bravas. Gracias a esto aquellos palistas encontraban menos resistencia para mantener su velocidad y se cansaban menos, durante la hora y media de la carrera. Claro está, que a nivel de competición debían apurar al máximo el equilibrio entre potencia de arranque y resistencia de la cuchara, pero el concepto estaba claro. No era necesaria tanta potencia para largas travesías, y el palista se cansaba menos usando cucharas más finas y alargadas.
Siendo esa la lección que aprendí, comencé a interesarme por unas palas más adecuadas para travesías, con motivo de la Expedición en Kayak por la Patagonia más Extrema, y encontré unas muy diferentes a cualquiera que hubiese visto antes: las palas Groenlandesas. Ví que no solo cumplían las condiciones que yo pedía, sino que las llevaban al extremo e incluso su técnica de paleo era diferente.
Convencido de las virtudes que tendrían las Groenlandesas, me dispuse a probarlas y comparar mis sensaciones con uno y otro tipo de palas, siempre con espíritu crítico, ya que era consciente de que utilizaba otra técnica de paleo y me iba a costar un tiempo adecuarme. 
Y asi, tuve la oportunidad de probar una pala de Jakoipaddles por medio de Ivan, piragüista de Bermeo, que me dejo su pala. Una pala adecuada para largas travesías, pensada para ello. Al principio me costó adaptarme, sobre todo a la manera de agarrar la pala, ya que esta lleva sus finas cucharas sin ángulo. En seguida me percaté de la ventaja que ello suponía, al no tener que forzar la muñeca. Además, su técnica de paleo dista de la que acostumbro en el río y en las olas. Al remar con los puños y codos más bajos, apenas levantas los hombros, cosa que se agradece a la larga. Los hombros no se cargan, y lo que ayuda al paleo es el tronco del cuerpo, que gira ayudando a dar paladas las largas y, por tanto mas potentes. Otra de sus ventajas es que sus cucharas son finas y estrechas, y esto, junto con la ligereza del material, ayuda a no sobrecargar el resto del cuerpo.
No puedo más que agradecer a Jacobo por darme la oportunidad de remar con esta pala tipo groenlandesa para esta expedición, y disfrutarla por los grandes lagos argentinos!! 
Que ya estamos!!”