21 de enero de 2014

Toma de contacto con el creek por Cantabria y Pirineos

Escrito por: Mikel Sarasola

Queda poco para que nos marchemos para la Patagonia y eso significa que cada vez tenemos que entrenar más fuerte. Nos estamos machacando corriendo, en bici, remando en liso, en el gimnasio... cosas que no nos gustan mucho pero que sabemos que tenemos que hacer si pretendemos llevar a cabo la aventura con éxito.

Pero también necesitamos remar en aguas bravas y sentirnos cada vez más cómodos y ganar confianza ante rápidos de mucha dificultad.

Es por eso que la semana pasada cargamos todos los bultos en la furgoneta y nos marchamos en busca de agua hacia tierras cántabras. Últimamente no llueve mucho aquí por el norte, pero en Cantabria había caído algo y aunque sabíamos que no era mucho hicimos un intento y nos acercamos hacia allí.

El jueves por la mañana quedamos con el local Iker González y unos amigos suyos y remamos el tramo 1 del Gándara, mucho más bajo y raspón de lo que esperábamos, y después nos fuimos directamente al tramo 3, para acabar de completar el día.



Estuvo bien para hacer una primera toma de contacto con el creek, pero sabíamos que para el siguiente día no quedaría agua en ningún río de la zona, ya que el sol predominada en el cielo.

Por tanto cargamos todos los trastos de nuevo en la furgo y tras hablar con los pamplonicos Ander y Edu y nos dijeran que el Subordán estaba funcionando en el Pirineo, decidimos emprender el rumbo hacia allí. Se veía que andábamos con ganas de remar.

Pasamos la noche en un restop de carretera y a la mañana siguiente, tras juntarnos con Ander y Edu en Pamplona, aparecimos en el Valle de Hecho con ilusión de remar algo.

El disgusto llegó cuando vimos que el tramo alto del Subordán estaba demasiado bajo, y el tramo de la Boca del Diablo, en cambo, un tanto demasiado alto. Un percance con los Guardas Forestales nos retrasó un poco, y al final acabamos remando el tramo final de la Boca, donde tuvimos que entrar haciendo un pequeño rápel. 
El team a la salida de la "Boca del Diablo"
Después de esto, vuelta para casa con un poco de pena por haber remado menos de lo que hubiéramos querido, pero contentos de habernos mojado un poco e ir cogiendo algo de sensaciones en el agua.

Ahora toca esperar a que el cielo nos traiga lluvias, y mientras tanto a seguir machacando.

¡Ya os iremos contando cómo van las cosas!


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